jueves, 30 de septiembre de 2010

Unidos a Cristo


“Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración... La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón...”
-Padre Pío de Pietrelcina-

Inexplicablemente una mañana sentí una enorme necesidad de conocer la vida de una persona entregada al servicio de Cristo, así que empecé la búsqueda; existen tantísimos Santos y Santas en la Iglesia Católica que se me hacía difícil realizar una escogitación. Llego un momento en el que sin dudarlo coloque el nombre “Pio de Pietrelcina” en el buscador…

Hace unos meses tuve el gusto de ver la película sobre la vida de este Santo Fraile y quede fascinada y muy sorprendida de la manera en cómo se desarrollo su apostolado. Podría profundizar sobre cada misterio y milagro que rodeo al Padre Pío hasta el día de su partida, pero quiero concentrarme en esa entrega al ministerio de Cristo, esa entrega preciosa al servicio de los demás que nos deja un gran ejemplo y nos enseña que cada uno de nosotros también podemos alcanzar la santidad.

El Padre Pío nos enseño muchas cosas: El servicio a Cristo necesita de entrega en cuerpo y alma, además de un corazón humilde y una sensibilidad hacia la necesidad del prójimo. Pasaba largas horas en el confesionario para confesar a la mayor cantidad de fieles; importante también destacar los dones que le fueron concedidos, tales como la capacidad para leer los corazones y conciencias, las curaciones milagrosas por medio de la oración, estar en dos lugares al mismo tiempo y la aparición de los estigmas.

El Padre Pío oraba mucho, pasaba largas horas en la presencia de Jesús Sacramentado; también tuvo visiones de la Virgen María mientras oficiaba misa; en fin, podríamos tener un documento muy extenso de todas las cosas que hizo el Padre Pío durante su servicio sacerdotal. El objetivo de traer a la reflexión la vida de este Santo Fraile es para que podamos confirmar que el amor de Cristo se manifiesta en sus humildes servidores. Recién acaba el mes de Septiembre, el 23 de este mes se cumplieron 42 años de su partida al cielo, buen momento para reflexionar, meditar e imitar la vida de este Santo; a pesar de que sufrió la persecución, el nunca se desanimo, se refugió en el arma más grande: en la oración.

Oremos también nosotros para unirnos más a Cristo, alcanzar la vida en santidad y vivir una vida agradable a nuestro señor.

Escrito por: Melissa Alvarenga.


jueves, 16 de septiembre de 2010

Guiados por el Espiritu Santo

Muchas veces en nuestra vida, hemos tenido un guía, un líder que nos muestra como seguir en alguna empresa, proyecto, estudio, etc. Si comenzamos a analizar desde cuándo tenemos un guía, nos remontamos a nuestro hogar, nuestros padres son los primeros líderes de nuestra vida, los queremos imitar en todo y obedecemos a sus órdenes.

Así sucesivamente conforme crecemos buscamos un guía, un modelo a seguir; lo peculiar de todo esto es que creemos que esos guías que nos auto asignamos nos harán triunfar y ser los mejores en todo, sin embargo nos olvidamos que hay un guía que desde siempre ha estado con nosotros e inclusive fue quien guió al más grande de todos: EL ESPIRITU SANTO.

“Luego el Espíritu llevo a Jesús al desierto,
para que el diablo lo pusiera a prueba” MATEO 4, 1.


Es hermoso ver como Jesús en su divinidad se dejo guiar por el Santo Espíritu para pasar una de las pruebas más difíciles antes de comenzar su misión acá en la tierra. Y nos da una gran enseñanza de Fe, al confiar plenamente en el espíritu Santo como guía de su apostolado.

Dejémonos guiar nosotros también por su Espíritu de amor! Ese espíritu que se manifiesta en las obras de fe, en la ayuda al prójimo, en fin en un corazón renovado que sigue al Señor y es fiel a sus enseñanzas. Duras serán las pruebas, difícil será el caminar, pero será de bendición si tenemos al Espíritu Santo como nuestro Guía; si ya hemos aceptado al Señor como nuestro salvador, todo en nuestra vida se ordenará.

“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios” ROMANOS 8, 14

Oración:

Señor mío y Dios mío
Lléname de tu Santo Espíritu!
Guíame por tus sendas de justicia
Y ser testimonio viviente de tus maravillas.

Que seas tú quien guie mis pasos y mis decisiones
Porque solo teniéndote a ti en mi corazón
Podre vencer todo obstáculo que se me presente

Amén.


Escrito por: Melissa Alvarenga


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Vengan a mi

En más de alguna ocasión nos hemos sentido cansados, deprimidos, agotados de la rutina diaria y no sabemos cómo cambiar ese sentir. Tratamos de encontrar las respuestas en muchas personas, cosas… y al final terminamos sintiéndonos vacios. Dios esta conmovido y aunque no nos percatemos a simple vista de sus maravillas, siguen estando ahí esperando a que abramos nuestros ojos y nuestro corazón a él.

Dice la palabra de Dios: “Vengan a mi todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los hare descansar”. MATEO 11, 28.

Hay que aceptar el yugo que el Señor nos pone, porque es su voluntad y además el no nos dejara solos, tenemos que alimentarnos de su palabra y aprender de él, imitarle y seguir en el camino con mucha paciencia y humildad.

En los momentos de prueba, en los que como seres humanos sentimos que estamos solos, él nunca nos abandona, solamente hay que abrir nuestro corazón para dejar que el nos conforte y nos de esa paz tan necesaria para seguir adelante. Jesús quiere llevar esas cargas por ti! Quiere acompañarte y estar junto a ti en esos momentos difíciles, al caminar de su mano veras como esa carga cada vez se hace más liviana y alcanzaras la felicidad.

Reflexionemos por un momento y dejemos que Dios tome la carga, que tome esas preocupaciones, pecados, errores, enojos, decisiones y responsabilidades. El no nos dejara solos, es una de sus promesas: “…Por mi parte yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28, 20).

Oración:

Señor Jesús, desde el momento
Que decidiste morir por mí en la cruz
Y que me acogiste como hijo tuyo,
He comprendido que tienes el plan perfecto para mí;
Solo no puedo con esta carga
Por eso me aferro a ti
Para sentirla más ligera
Para hundirme en tu inmensa misericordia.
Lléname de ti Señor!
Para seguir en esta constante lucha a tu lado.
Amén.

Escrito por: Melissa Alvarenga


miércoles, 1 de septiembre de 2010

El Encuentro

Señor permite que te hable hoy
Del dulce encuentroque me cambio.
La hora feliz en que yo escuche
tus palabras de amor


Así inicia una alabanza conocida que nos habla de la experiencia del autor al tener su encuentro personal con Cristo. Ese gran paso al inicio del resto de nuestras vidas, el encuentro con nuestro Señor, ese momento especial en el que El nos habla, nos acoge como sus hijos, nos extiende sus brazos para estar en comunión con él.

Personalmente, me preguntaba cómo sería mi encuentro con Cristo, como seria aquel momento en el que le conocería y diera inicio a la mejor etapa de mi vida; para comenzar se debe de tener un corazón dispuesto, para dejarlo entrar como una suave brisa, con el canto de un ave por la mañana, con el confortable descanso al final del día, con el abrazo fraterno de un hermano y las palabras de aliento de un desconocido; así llega el Señor.
Es increíble como obra el Señor en nuestras vidas luego de aceptarlo como el dueño y Señor de nuestra vida, transforma el sufrimiento en gozo y aprendemos a caminar de su mano, lo cual en ocasiones el camino no será fácil o sin obstáculos, por el contrario las pruebas serán quizás más duras que antes de haberle conocido, pero sin duda con el espíritu renovado en Cristo podremos afrontarlas con mas valentía.
Si aun no tienes la certeza de que Dios te ha escogido, habla con él y te dará las respuestas que necesitas, porque el Señor no ha buscado al científico más brillante, al más inteligente de los políticos o a la más hermosa de las modelos, te ha buscado a ti para que le sigas! El quiere que lo busques, que lo encuentres y puedas tenerlo como centro de tu vida!
Así como le hablo al profeta Jeremías:
“Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado; te había destinado a ser profeta de las naciones” (Jeremías 1, 5)

Dios nos tiene destinado un camino de luz al encontrarnos con él, solo tienes que dejar que entre. Es tu decisión.

Escrito por: Melissa Alvarenga

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