Contágiate de Paz

“Dichosos los que trabajan por la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios”. Así versa una parte del sermón de la montaña, y así podemos mencionar muchos pasajes más en donde Jesús nos exhorta a trabajar por la paz.
¿Pero cómo podemos contribuir a que esa paz llene nuestros corazones y los de la gente que nos rodea?
Poniendo en práctica el mandamiento que nos trajo nuestro Señor: “amar al prójimo como a ti mismo”; mucho se ha escuchado en los últimos días sobre que la mejor solución a la situación de violencia en nuestro país y el mundo entero es responder de la misma manera, con violencia, pero, ¿no será más conveniente poner en práctica las enseñanzas de nuestro Señor? Amar a nuestro enemigo, Orar por quienes nos persiguen…

Es momento de Dialogar con Cristo y pedirle fervientemente:
"Clava Señor muy dentro de mí los principios de fe y el amor a tu Reino, pues sólo de ahí nacerán el convencimiento y las fuerzas para la entrega. Dame la gracia de entregarme a mi apostolado, sin reservarme nada para mí."

Contagiémonos de la paz de Cristo Jesús !!! Desde nuestras casas, la comunidad, escuela, trabajo, en cualquier lugar en donde Ud. y yo nos encontremos, irradiemos la paz, contagiemos a los demás!!! Contagiemos con una sonrisa, con un gesto amable de cortesía, con un saludo, con una frase optimista, con una palmada en el hombro, con una oración, en fin, que todo nuestro ser irradie paz, la paz que muchos necesitan; y junto con esa paz, el amor!

Que en esta semana sea ese nuestro propósito: impulsa, irradia, difunde, transmite, pasa, contágiate de paz!

Radio Paz tu familia en Cristo !

Escrito por: Melissa Alvarenga

Gracias Profe !!!

Cada 22 de junio de cada año celebramos a esos maestros, profesores, docentes, en algunos centros educativos ese día usualmente es asueto y un día después o un día antes los alumnos llevan un presentes a sus profesores, los universitarios también celebran ese día dedicado a los educadores, pero lo mas importante es la satisfacción que tiene cada uno de ellos al transmitir los conocimientos a sus alumnos aún que no sean los suficiente mente bien portados sus alumnos.

Pero ¿Cómo olvidar al maestro de maestros? Como olvidar en esta celebración al maestro de maestros, a nuestro Señor Jesucristo que nos enseñó con sus palabras, acciones, su ejemplo y con su vida nos enseñó la Buena Nueva.
Jesús, Maestro, Amigo; El, quien nos enseño: que para salvar nuestro corazón debemos renunciar al mundo y negarnos a nostros mismo. (San Marcos 10, 17-30)

Al recordar la escuela primaria la mayoría de nosotros recordamos hasta el nombre completo de nuestros muy queridos profesores y eso es signo de la importancia que tiene ellos en nuestras vidas.

Tan conocidos en nuestro contexto social como “El profe” o “La Seño” regalarles una manzana como lo pintan los dibujos animados no pagaría tanto amor hacia la vocación de enseñar y creer en tus alumnos. Gracias “Profes” por tanta paciencia, porque tu misión principal es enseñarnos que somos capaces si luchamos y trabajamos para alcanzar nuestras metas, enseñanza que nos sirve a lo largo de toda nuestra vida.

• Gracias por su amor a los adolescentes y jóvenes que luchan contra esa etapa entre ser niños y jóvenes a la vez, aún y cuando hay algunos adultos que no creen en ese potencial. Tú siempre estás allí para dar tu mano y para enseñarnos que entre las matemáticas, la química y la biología lo más importante en la vida que es Dios.
• Gracias porque al encontrarte en la universidad con tus exigencias nos demostraste que somos capaces si nos proponemos y así entre la filosofía, la sociología y la estadística descubrimos que se disfruta más del éxito cuando se trabaja honestamente por alcanzarlo.
• Gracias porque ahora siendo adultos, sin temor te encomendamos a nuestros hijos para que disfruten contigo recibir tus enseñanzas así como nosotros lo hicimos un día siendo niños y jóvenes.
• Gracias maestro porque con tu ejemplo y tu vocación de amor nos enseñas a enfrentar la vida con optimismo siguiendo los pasos del principal maestro: Jesucristo. Quien te enseñó a trabajar con tanto amor como para transmitir sin egoísmo y con paciencia tus conocimientos.
  

Y finalmente como decimos en nuestro país El Salvador gracias “Profe” gracias “Seño”.
¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO!
Les desea la Familia en Cristo de Radio Paz

Escrito por: Susana Rocío Mejía García

Un regalo de Dios

Para muchos la palabra “Padre” es algo maravilloso, para otros es un pesar o es una gran responsabilidad. Pero yo podría resumir el significado en una sola palabra: AMOR

Pues no debemos olvidar que también somos hijos y creación de Dios y también él es nuestro padre “Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo quisiera revelárselo» (Mt 11, 27). Nuestro padre Dios que nos ama y nos protege a cada momento nos envió a una familia especial a donde tu pudieras crecer, madurar y amar.

Desde pequeños se nos ha enseñado que todos tenemos un ángel guardián que nos cuida, nos protege y está con nosotros donde quiera que vayamos. Pero también Dios nos ha dado dos ángeles guardianes: Uno es el que no podemos ver y el otro que sí podemos ver, lo llamamos y nos responde, siempre está pendiente.

De una u otra forma todos tenemos una figura paternal en nuestras vidas, y ese es el segundo ángel guardián es nuestro papá si tenemos la dicha de tenerlo, si ya se fue al cielo igual está orando por nosotros pero sigue siendo tu segundo ángel guardián guiándonos con el legado que nos ha dejado, también se puede presentar como un tío, un padrino, un familiar cercano que está pendiente de nosotros y finalmente ese segundo ángel guardián se presenta como nuestra madre que ha sido padre a la vez pues es la persona que nos ha educado y guiado en el caminar de la vida con la ayuda de Dios.

En fin, no importa de que manera se presente para ti ese segundo ángel guardián lo importante es que sepas apreciar y valorar su presencia, respetarlo, cuidarlo, amarlo. Nuestros padres o nuestros segundos ángeles guardianes son un regalo que Dios ha puesto en nuestras vidas, por eso valorémoslos como tal.

El mejor regalo que puedes darles en esta celebración es honrarlo tanto a Dios padre como a nuestro padre terrenal, como lo dice en la palabra de Dios:



“El padre del justo tendrá de qué alegrarse; la que dio a luz a un sabio, éste será su felicidad” (Prov. 23, 24)
Por eso la Familia en Cristo te desea:

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

Escrito por: Susana Rocío Mejía García

Fidelidad de Cristo, Fidelidad del Sacerdote

Es el lema de este año Jubilar que tuvo su desarrollo del 19 de junio del 2009 al 11 de junio de este año 2010 en honor al Santo Cura de Ars, José María Vianney, patrono de los Párrocos y Pastores de las Almas, esos “Siervos por amor, sacerdotes de la humanidad” como dice el ministerio Música de Dios en su canción dedicada a ellos.

Este Viernes 11 de Junio se cerro solemnemente el año litúrgico dedicado a los Sacerdotes, por eso al final de este año cada uno de nosotros debemos preguntarnos ¿cuántas veces oré por mi párroco? ¿Cuantas veces dediqué un rosario por el sacerdote que m confesó? ¿Cuántos de nosotros recordamos el nombre del sacerdote que nos bautizó, el que nos dio la primera comunión, el que te absolvió, el que te casó, el de la última confesión?

Son tantos momentos importantes en nuestra vida espiritual y pocas las veces que recordamos a todos los nombres y los rostros de esos siervos de Cristo, pero lo más importante es que los llevemos en nuestro corazón y en cada una de nuestras oraciones.
Ese es el llamado de su Santidad Benedicto XVI en este año Jubilar que estamos cerrando. Como decía nuestro Arzobispo Monseñor Luis Escobar Alas en la misa de inauguración: “Son tantos los nombres de sacerdotes fieles a Cristo que no podría mencionar todos los nombres pero que El Señor los conoce y los ha premiado ya”, y con claridad hizo una petición a todos nosotros diciendo: “Les pedimos que nos sigan ayudando con su obediencia para que nosotros podamos seguir cumpliendo con nuestra misión”.
Podemos empezar a obedecer orando por todos los sacerdotes y encomendándolos al Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney. No por que sea una orden, sino porque somos parte de la iglesia, porque somos parte del cuerpo de Cristo, oremos no solo este año sino en todas nuestras oraciones de nuestra vida y confiando en la misericordia de Dios.

“¡Bendito el que confía en Dios, y que en él pone su esperanza! Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua y que alarga sus raíces hacia la corriente: No tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en el año de sequía no se inquieta ni deja de producir sus frutos” (Jeremías 17, 7-8)

Seamos como ese árbol plantado a la orilla del agua, orando y sin dejar de producir los frutos del Espíritu Santo, esa agua es la Iglesia, es Dios, seamos fieles como dice el lema del año “Fidelidad de Cristo Fidelidad del Sacerdote” y nosotros hagamos nuestro papel siendo fieles orando cada día por nuestros Sacerdotes.

Escrito por: Susana Rocío Mejía García

Llamado a la felicidad

(Gn 29, 16 - en adelante)

El libro del Génesis nos relata que existió una mujer que sin razón alguna fue aborrecida por su esposo, esta mujer se llamaba Lía*. Lía fue entregada a Jacob en lugar de su hermana Raquel, por quien aquel había trabajado siete años. Muchas veces hemos escuchado la romántica historia de amor de Jacob y Raquel, pero pocas veces meditamos en el sufrimiento que éste amor le causaba a Lía, ya que la palabra de Dios nos relata como era despreciada y como vivía triste por no ser amada. Dios en su inmenso conocimiento observó como Lía era tratada por su esposo y decidió bendecirla con hijos, a los cuales Lía ponía nombre que reflejaban su profunda tristeza, por ejemplo: Rubén cuyo sonido en hebreo significa “miren, un hijo y él vio mi tristeza”, Simeón, en hebreo se asemeja al verbo “oir”.

¿Cuantas veces en nuestra vida pasamos por situaciones que no comprendemos? En esas ocasiones creemos o pensamos que Dios se ha equivocado, que está siendo cruel con nosotros, que no nos merecemos los sufrimientos por lo que pasamos. Lamentablemente es esos momentos, nuestra condición humana nos hace olvidar que Dios es el artífice de nuestra vida, que conoce nuestras debilidades y fortalezas, pero sobre todo que Él quiere que aprendamos a vivir felices aun en medio de nuestros sufrimientos. Lía pudo haber pensado que Dios estaba siendo cruel con ella y pudo haber huido de ésta situación, pero no lo hizo, por el contrario continuó y se convirtió en la madre de la mitad del pueblo de Israel. Es ahí donde observamos claramente el plan perfecto de Dios; pero en aquel momento, ni Lía ni nadie lograba ver el designio de Dios.

¿Conoce usted el designio de Dios en su vida?. Si al día de hoy no se le ha sido revelado aún o usted todavía no esta dispuesto a esforzarse para lograrlo, piense por un momento:
¿Qué pasaría si este fuera el último día de su vida?
¿Qué le respondería a Dios cuando este en su presencia?
Señor “tuve miedo” o, “pensé que tendría más tiempo, después” o, “no logre comprender lo que querías de mí”

Los días en nuestro tiempo son cortos, muy ocupados, estresados, atribulados; pero debemos recordar que nuestro Creador no nos hizo para vivir trabajando, quejándonos ó lamentándonos por las cosas que nos suceden o por lo que no logramos llegar a tener, etc.
Él NO nos creo para que fuéramos esclavos, sino mas bien, para que viviéramos felices; éste es nuestro primer llamado a SER FELIZ.

escrito por:
Guadalupe Cornejo

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*Lía = Lea