Volver a Nacer

¿Cuántas veces habremos sentido que hemos fallado, que hemos defraudado a un ser querido, que hemos pecado contra Dios?

Al punto de sentirnos indignos de ser llamados cristianos, y hasta llegar a pensar que no merecemos el cariño de una mano amiga o la ayuda de nuestros hermanos.

Pero no solo nosotros nos hemos sentido alguna vez así, Jesús lo enseño por medio de una parábola, la parábola del hijo pródigo (San Lucas 15, 11-32). Dios nos bendice cada día con regalos maravillosos que muchas veces estamos tan distraídos que no logramos ver su grandeza: los rayos del sol, el azul del cielo, las gotas de lluvia, el cantar de los pájaros, en fin tantas cosas; en la parábola, Jesús relata que el padre le dio al hijo su parte de la herencia que le correspondía y que él la malgasto y paso muchos padecimientos, al punto de regresar a su casa y solicitarle a su padre que lo recibiera como sirviente.

Que enseñanza más bella la de ésta parábola, no necesitamos más pruebas para comprobar que nuestro Dios es un Dios de amor, perdón y misericordia. El jamás abandona a uno de sus pequeños, aun en la más dura prueba, cuando todo parezca nada, o si nosotros hemos sido los que hemos actuado mal…. Si en algún momento de nuestro caminar solo se observan un par de huellas, son las de nuestro Señor que en ese momento nos llevo en brazos para aliviar nuestro cansancio.

Imaginemos la fiesta que hay en los cielos cuando nos convertimos al evangelio y regresamos a la casa de nuestro padre!!! Como cuando regresa un pariente del extranjero y se hace fiesta en la casa, y todos están contentos porque ha regresado, así nuestro Padre celestial se alegra de que volvamos a la vida!!!

Elevemos una plegaria a nuestro Señor para que tengamos un encuentro personal con él, perdone nuestras faltas y podamos empezar una vida nueva, una vida basada en el evangelio en donde podamos volver a nacer…..

Escrito por:
Melissa Alvarenga